El día a día

Los diferentes pueblos del Valle de Boí, con sus correspondientes términos, aparecen documentados desde del s.XI. Estos núcleos de población los constituían  agrupaciones de familias de campesinos, que generalmente   se establecían  en lugares elevados y soleados para facilitar la defensa y el mejor aprovechamiento de las tierras propias y comunales, así como el acceso a los pastos de alta montaña y los bosques.

Las viviendas eran estructuras sencillas, con un fuego, a menudo constituidas por un solo espacio compartido por las personas y los animales. Si se disponía de un segundo piso, se utilizaba para dormir, guardar alimentos y el forraje.

La vida cotidiana se organizaba en función de la luz del sol, siguiendo la concepción cíclica del tiempo, los trabajos y las fiestas se adecuaban al calendario agrícola. Gran parte de la dieta básica la constituían  cereales, el vino y las manzanas