Assumpció de Coll

La iglesia de la Assumpció de Cóll tiene características propias que la diferencian de las otras iglesias del valle: los materiales de construcción, el tamaño de los sillares o los elementos decorativos de la portada, la parte más interesante del templo. Destacan el crismón y los capiteles esculpidos con representaciones de luchas entre hombres y animales. Como en otras iglesias del valle, custodiando la entrada al templo encontramos un cerrojo de hierro forjado de tipología románica con el pasador acabado en cabeza de animal. En el interior de la iglesia aún se conservan las tres pilas románicas: la pila bautismal, la pila del agua bendita y la pila del aceite.

Cronología

s.XI Primer momento constructivo Se abre una capilla lateral en el muro norte. Reformas de factura gótica en el campanario. Años 70 Reconstrucción de la cubierta. 2013 Restauración de la portalada y el campanario.

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Historia

El pueblo de Cóll es el único de todos los que conforman la Vall de Boí que en la Edad Media no pertenecía a los dominios de los señores de Erill. El año 1054, durante el reinado de Ramiro I (rey de Aragón) el núcleo de Cóll (Colle) aparece documentado como parte del término de Castelló de Tor. Tiempo después, su hijo Sancho Ramírez lo cedió a la sede de Roda de Isabena.

Es por este motivo que la iglesia de la Assumpció de Cóll fue la única de la Vall de Boí que en la concordia del 1140, firmada entre los obispados de Urgel y Roda, quedó dependiente de Roda-Barbastro.

En unas obras de mantenimiento del edificio, a finales de los años setenta, se encontró en el altar de la iglesia una losa de pizarra con una inscripción del 1110, que podría relacionarse con la consagración del templo.

La arquitectura

La Assumpció de Cóll es una iglesia de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y culminada con un ábside semicircular. El campanario, de planta cuadrada, tres niveles de altura, se sitúa en el muro sur, al lado del ábside.

En la construcción inicial se añadieron dos capillas laterales, la del muro norte cubierta con bóveda de cañón, y la del muro sur, de factura gótica, ocupando la base del campanario.

La incorporación de estas dos capillas termina dándole a la iglesia la planta de cruz latina que vemos actualmente.

La riqueza escultórica del templo se centra en su fachada oeste, especialmente en la portada.

Un friso de arcuaciones ciegas sigue todo el perímetro del templo, tanto en la parte superior de las fachadas como del ábside.

Los sillares de piedra utilizados en la construcción son bastante más grandes que en el resto de las iglesias del valle. Están tallados de una forma regular y perfilada.

En el campanario se puede ver la evolución arquitectónica del templo: la parte baja es románica, mientras que los dos pisos superiores son de factura gótica.

Un vistazo al exterior

La puerta de entrada al templo, como en muchas otras iglesias del Valle, está custodiada por un cerrojo de ferro forjado medieval.

La fachada principal de la Assumpció luce una gran riqueza de elementos arquitectónicos y decorativos: la puerta de acceso al templo, un relieve escultórico con el anagrama de Cristo, un óculo y un friso de arcuaciones ciegas que perfilan la parte más alta de la fachada.

En la portada destacan los capiteles esculpidos de las columnas. Los capiteles exteriores están decorados con motivos vegetales y los interiores, de carácter figurativo, combinan representaciones humanas y zoomórficas (probablemente leones), escenificando la lucha entre el hombre y la fiera como representación de la lucha entre el bien y el mal.

El Crismón: la interpretación de los relieves del crismón de la Assumpció de Cóll podría encajar en un contexto funerario donde el anagrama central es el símbolo de redención; las aves, arriba, como símbolo de la vida eterna; y los hombres, abajo, en la Tierra, que hacen sonar las trompetas como símbolo anunciador del Juicio Final.

En la puerta también se puede observar el cerrojo de forja medieval, uno de los mejor decorados del valle, juntamente con el de Santa Maria de Cardet

Un vistazo al interior

A la estructura original de una nave se añadió, posteriormente, una capilla en el muro norte, cubierta con bóveda de cañón, y una en el muro sur con la bóveda ojival, que ocupa la base del campanario.

Los arcos fajones son los elementos de refuerzo de la bóveda de cañón que cubre la nave del templo.

El coro se sitúa en la parte oeste de la nave. El acceso se realiza mediante una escalera de caracol encastada en el ángulo sudoeste, la barandilla del coro es de tracería gótica.

Los ojos de buey permiten iluminar el interior de la iglesia dejando penetrar la luz del sol. Hay uno en el muro oeste y otro —de apertura cuadrifoliada— en el muro este.

En el interior del templo aún se conservan tres pilas románicas: la pila bautismal, la pila de agua bendita y la pila del aceite.

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