Sant Joan de Boí

Sant Joan de Boí es la iglesia que conserva el mayor número de elementos arquitectónicos del primer momento constructivo que se produce en la Vall de Boí, en el siglo XI.

En Sant Joan de Boí, de planta basilical (como Sant Climent y Santa Maria), destaca el conjunto de pinturas murales que se encontraron decorando el interior de las naves con escenas como La lapidación de San Esteban, Los Juglares o el Bestiario.

En la última restauración se quiso dar a la iglesia un aspecto lo más similar posible al que debía tener en el siglo XII; con este objetivo, se enfoscó el interior y se hicieron cópias de todos los fragmentos de pintura mural conservados actualmente en el MNAC.

Es aquí donde mejor podemos entender qué función desempeñaban las pinturas y cuál era el aspecto original de estas iglesias

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Historia

El municipio de La Vall de Boí toma el nombre del pueblo de Boí, este núcleo era uno de los más importantes del valle en la época medieval. Es el único del que tenemos constancia  que estaba fortificado, ya que se han conservado restos de la muralla y las torres de vigilancia.

La primera referencia escrita del pueblo de Boí data de 1064, se menciona como "ipsa illa de Bogin" junto con otros pueblos del valle en pactos de venta y canje de varias posesiones entre los condes de Pallars Jussà y los condes del Pallars Sobirà.

Desde la Edad Media y hasta avanzado el siglo XVIII, las parroquias del Valle de Boí disponían de una organización eclesiástica autónoma basada en las conrectorias. Esta autonomía se veía favorecida por la lejanía de la sede episcopal, y se basaba en el reparto de las tareas y las rentas de cada parroquia entre varios conrectores que siempre debían ser originarios del valle. Sus reuniones se celebraban en el santuario de Caldes de Boí.

Arquitectura

Sant Joan de Boí es un edificio de planta basilical de tres naves separadas por arcos de medio punto que descansan sobre columnas y pilares macizos de poca altura. Las naves están cubiertas por un envigado de madera a doble vertiente y, originalmente, estaban coronadas por tres ábsides semicirculares. El ábside central fue derribado durante el proceso de reformas arquitectónicas que sufrió la iglesia durante los S. XVII y XVIII, actualmente sólo se conservan los arcos presbiteriales.

El campanario es de planta cuadrada, tiene tres pisos de altura y está adosado al muro sur, cerca de la cabecera.

Miremos por fuera

Los muros de la iglesia y la base del campanario están construidos con sillares irregulares, pertenecen al primer período constructivo del románico, el s.XI.

En el muro norte se conservan revoques de mortero de cal y juntas vistas de color blanco siguiendo los sillares.

La puerta que se abre en la fachada norte originalmente estaba protegida por un pórtico que protegió el revoque y las pinturas murales exteriores (fue derribado en la Época Moderna).

El campanario nos muestra la evolución constructiva de la iglesia: la base, corresponde al primer periodo románico, los dos pisos siguientes son del siglo XII, y el último piso es de factura moderna.

La decoración lombarda la encontramos en los ábsides y el campanario: arcos ciegos y frisos de diente de sierra.

El ábside sur se reconstruyó en la restauración de los años 1970. El original había sido derrocado entre los S. XVII y XVIII.

En la iglesia de San Juan de Boí se conservaron excepcionales restos de pintura mural exterior, actualmente podemos ver una copia, los originales son el MNAC.

Situadas en la fachada norte de la iglesia, alrededor del arco de medio punto de la puerta, las pinturas representaban una Teofanía. En la parte central podemos ver una forma circular, sostenida por cuatro ángeles, que habría contenido la imagen de un Crismón. A un lado de esta escena hay representado un santo con un libro en la mano, en la otra tres personajes que contemplan la visión central. Una cenefa con motivos geométricos enmarca todo el conjunto.

A cada lado de la puerta, debajo de las pinturas murales, también se conservaron unos grafitos de época medieval donde se distinguen varias escenas de carácter militar, con torres, personajes tocando trompas y caballos.

Miramos por dentro

Sant Joan de Boí tiene los muros interiores revocados y pintados, así es como deberían ser la mayoría de los interiores de las iglesias románicas en el Valle de Boí. Estas pinturas son una reproducción, las originales están en el MNAC.

A partir de las escenas conservadas en Sant Joan de Boí se deduce que el programa iconográfico de las naves de la iglesia se dividía en dos niveles de representación: los santos o bienaventurados que ocupan la mayor parte de los muros y representan el universo celestial; y los animales del bestiario, criaturas que pueblan el mundo terrenal, que se representan en escenas significativamente situadas por debajo de las anteriores, como la parte baja de los muros o los intradoses de los arcos. Cerrando el repertorio, en el muro occidental, habría representado el Juicio Final.

Las pinturas murales de las iglesias cumplían la función de transmitir la moral cristiana del momento mediante ejemplos.

Algunas de las escenas más significativas:

La Lapidación de San Esteban:

San Esteban está arrodillado y alza las manos orando, arriba se representa la mano de Dios que con un rayo de luz ilumina al santo mientras tres personajes le lanzan piedras. Los tres verdugos están en posturas diferentes para simular el movimiento: el último coge impulso, el de en medio se pone a punto y el primero está tirando la piedra.

Esta escena representa la fortaleza del mártir, como un ejemplo a seguir, las pruebas y las dificultades que deben superar los buenos fieles.

Los juglares

Esta escena representada en el muro norte representa tres personajes masculinos: un músico tocando un arpa, un malabarista y un equilibrista boca abajo que parece querer coger unas espadas con la boca.

Su indumentaria corresponde a la de los juglares de la época. Las tres figuras vestidas con túnicas cortas y con pantalones de forma acampanada atados con unas cintas cruzadas.

Esta escena es una representación de la fiesta y la celebración en el universo celestial, de la música y la alegría de la que son partícipes los personajes sagrados, los bienaventurados.

El bestiario:

En los intradoses de los arcos y en las partes bajas de los muros se representan algunos animales del bestiario: el león, el dromedario, el carcoliti, el osne

Los bestiarios medievales eran los libros que recopilaban los animales conocidos en la época, ya fueran reales o fantásticos; tenían una clara función moralizante, los animales eran personificaciones de vicios y virtudes. En algunas iglesias románicas utilizaban las imágenes del bestiario para decorar los muros y transmitir a los fieles el carácter aleccionador de los animales.

Gallo: en el tímpano de la puerta norte está la representación de un gallo.

El canto del gallo en la aurora nos avisa del nacimiento de un nuevo día, un símbolo de resurrección.

El pecador: En el intrados de uno de los arcos aparece representada una figura humana que lleva una muleta en la pierna izquierda y está tocándose el sexo.

Por su situación este personaje forma parte del registro donde se representan las criaturas terrenales, y presenta una clara función moralizante: su actitud obscena y sus problemas físicos representan sus defectos morales.

Bestia apocalíptica: en el muro oeste de la iglesia está el dragón de las siete cabezas, la Bestia apocalíptica, imagen que formaba parte del Juicio Final que debía ocupar todo el muro occidental.

El Juicio Final, con la representación del Infierno y del Paraiso, actuaba ante los fieles como recordatorio de lo que les esperaba en el más allá dependiendo de su comportamiento en la tierra.

Cronología

s.XI : Primer momento constructivo

s.XII : Reforma del campanario

s.XVI - s.XIX : Varias reformas que afectan al aspecto original

1920/1923 : Primer arrancamiento de pinturas

1976/1978 : Segundo arrancamiento de pinturas y restauración

1997/1998 : Restauración y copia de las pinturas
 

Horarios: 

Abierta: Todos los días del año excepto el 1 de enero, la tarde del 10 de abril, y el 25 de diciembre.

Horario: De 10 a 14 y de 16 a 19h

Planta y alzado